martes, 18 de abril de 2017

Don Darío, el Súper Ratón de La Lotería de Medellín...


“Me dicen así porque soy una persona muy activa y pequeña"

Desde el año 1967 don Darío, a quien popularmente llaman el "Súper Ratón", conoció el oficio de vendedor de la Lotería de Medellín.

Fue en Cali donde su hermano mayor, desde muy pequeño, lo motivó a vender los billetes de la suerte que traía la Lotería de Medellín. Don Darío se enamoró rotundamente de su oficio y dos años después llegó a la ciudad de la eterna primavera, donde se instaló y recorrió cada rincón de Medellín vendiendo la Lotería. 

"Nunca en la vida me ha faltado nada y desde que vendo billetes de la suerte he aprendido y valorado lo bonito de la vida"

Don Darío todos los días se levanta con la ilusión de poder venderle a sus clientes el billete ganador, pues son ellos los que diariamente lo buscan y hasta lo esperan para comprarle. Lleva más de 24 años en el sector de la Alpujarra y desde muy temprano llega en su bicicleta roja y se instala cerca de la oficina de pasaportes.

"Los clientes míos me quieren, yo soy una persona muy activa, muy amable, muy buen compañero y, sobretodo, soy una persona muy feliz”.

Con su sonrisa y personalidad Don Darío a lo largo de su vida le ha regalado la suerte a más de cinco personas, con el Premio Mayor de La Lotería de Medellín.

"Realmente me he sentido muy feliz de poder darle la suerte y felicidad a mis clientes, vendiéndoles los billetes ganadores. Sólo hubo uno que hasta dejó de venir y saludarme para no darme la liguita, supongo, pero de resto todos me han dado una buena recompensa", nos contó.

Durante su trayectoria con la Lotería de Medellín, el súper ratón compraba su billete dos veces al mes. En el año 1987 la suerte que daba a otros lo tocó a él. Tuvo la fortuna de ganarse el Premio Mayor, más de $20.000.000 de pesos y pudo cumplir uno de sus más grandes sueños, tener casa propia, la cual está ubicada en el barrio Caicedo y donde vive solo hace más de 25 años.

"Ese día no me las creía, se puede decir que ha sido uno de los días más maravillosos y sorprendentes de mi vida, me temblaban los pies y me salían muchas lágrimas de felicidad, yo nunca me imaginé ser ganador de la Lotería de la Medellín, nunca se me pasó por la cabeza"

Para Don Darío es un honor ser embajador de la Lotería de Medellín, no se arrepiente ni un solo instante del que llama el mejor oficio de su vida.

"Es aquí en la Lotería de Medellín donde tengo una hermosa familia, he conocido miles de personas maravillosas y he podido cumplir cada uno de mis sueños, como no amar mi oficio, si es lo que me da el diario vivir y me ha convertido en una persona feliz y afortunada”.

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