Los hijos siempre la acompañan, la suerte es su medio de trabajo, una esquina le escucha sus anécdotas, las que surgen tras ser denominada por muchos la lotera de confianza. Claudia su hija se le sabe sus historias, siempre sonríe, con ese gesto característico de los hijos que ya le conocen las manías a la mamá y que la hacen única.
Elvia Suárez es buena conversadora, le gusta disfrutar de la vida: incluso dice que si alguna vez le cae el Mayor de la de Medellín se iría a viajar: “Ya uno a esta edad qué se va a poner a guardar plata, le dejo su buena platica a los hijos y me iría a ver las pirámides de Egipto, o imagínese uno caminando Roma… Yo me perdería por ahí un año”. Ella manotea, sonríe, saluda a los clientes que la esperan desde la ventanilla del carro, es un personaje del que todos saben es mamá de dos loteros a la redonda: Claudia, su compañera de trabajo, y “el hijo que está al otro lado, es más seriote, pero le va bien”.
Siempre le lanza una pregunta a su hija para confirmar anécdotas. Les inculcó el trabajo y el ahorro, pero también disfrutar de la vida. Los hijos la consienten en su día, le llevan los nietos, salen a comer y lo más seguro, terminará esa jornada dedicada para ella con alguna historia, mientras se toma un café, donde los protagonistas muchas veces son personajes importantes que conoció de niña y que hoy le permiten una charla larga y amena sobre el significado del dinero, lo que es la suerte en la vida y la alegría de tener a los hijos bien formados y a su lado.
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